jueves, 30 de abril de 2009

Cómo mejorar las defensas a través de la alimentación

Hay seis nutrientes que fortalecen el sistema inmune, lo que previene enfermedades
Noticias de Ciencia/Salud: anterior siguiente Miércoles 29 de abril de 2009
Fabiola Czubaj LA NACION

Comer saludablemente va más allá de ayudarnos a conseguir una buena figura. Existen evidencias de que respetar las recomendaciones nutricionales mejora el funcionamiento del sistema inmunológico en chicos y grandes contra enfermedades como diarreas, trastornos inflamatorios intestinales o infecciones respiratorias bacterianas, entre muchas otras.
"Con una buena alimentación podemos prevenir enfermedades, porque el sistema inmune posee células que, como cualquier otra célula del organismo, se sirven de los nutrientes que ingresan a través de la alimentación y aumentan su actividad", sintetizó la doctora Gabriela Perdigón, investigadora principal del Conicet en el Centro de Referencia para Lactobacilos (Cerela) y profesora titular de Inmunología del Instituto de Microbiología de la Universidad Nacional de Tucumán.
"Este enfoque de la inmunonutrición, relativamente nuevo, afirma que la dieta, entre otros factores, condiciona los mecanismos de defensa -señaló la doctora Nora Slobodianik, profesora titular de la Cátedra de Nutrición de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA-. Así como el organismo necesita energía y nutrientes, las células del sistema inmunológico los necesitan para [proporcionar] una adecuada función protectora."
Ambas investigadoras, que representan al país ante el Foro Internacional de Inmunonutrición (I-Finer.org), participaron ayer de una presentación organizada por la empresa Danone con motivo del Día de la Inmunología, que se celebra hoy. Al finalizar, dialogaron con LA NACION sobre cómo podemos mejorar nuestras defensas a través de la nutrición.
Básicamente, y según la alimentación típica de los argentinos, las especialistas mencionaron por lo menos seis nutrientes que no pueden faltar de la alimentación habitual, como tampoco consumirse en exceso. "Está demostrado que el consumo de cualquier nutriente en exceso provoca prácticamente el mismo efecto que su deficiencia: hace que se deprima el sistema inmune porque las células necesitan sólo una determinada cantidad y no su acumulación, que puede ser perniciosa", dijo Slobodianik.
Los seis nutrientes que ayudan al sistema responsable de controlar las agresiones que producen las bacterias, los virus y los parásitos son las vitaminas (A, E y C), los minerales (zinc, cobre, hierro, magnesio y selenio), los ácidos grasos (omega 6 y omega 3), las calorías necesarias según la edad, la actividad física y la contextura, y las proteínas de alta calidad, como las que aportan la carne, la leche, la soja, el queso y algunas combinaciones de alimentos, como un cereal con una legumbre.
"La población debería, en general, tratar de incorporar más frutas, verduras, aceites vegetales, pescado y frutos del mar, y alimentos integrales, como los cereales o los panes, que está demostrado que proporcionan beneficios para la salud en general y las defensas del organismo en particular", dijo Slobodianik.
Además de esos alimentos, para la doctora Perdigón "es importante" incluir también alimentos como los yogures, los quesos o cualquier leche fermentada, "porque incluyen bacterias que mejoran el tracto intestinal y refuerzan el sistema inmunológico". Esos productos aportan probióticos, microorganismos vivos "que tienen un efecto beneficioso en la persona que los consume, especialmente contra las diarreas por bacterias y virus".
Estudios experimentales en el Cerela revelaron que los probióticos mejoran la producción intestinal de anticuerpos, que alcanza a la mucosa de los bronquios y las glándulas mamarias. "La idea de que muchos alimentos aumentan la inmunidad en la mucosa respiratoria es muy útil en esta época de brotes de enfermedades respiratorias", dijo Perdigón.
Y agregó: "Con una alimentación equilibrada en nutrientes evitaríamos problemas que son un flagelo en el país, como la cantidad de subnutridos, ya sean madres o bebes, que nacen subnutridos. Hay que comprender que si los grupos de riesgo no existen, la salud de la población mejora y eso le hace muy bien económicamente a un país".
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viernes, 24 de abril de 2009

LOS HOSPITALES DEL FUTURO

LOS HOSPITALES DEL FUTURO EN LA VISIÓN
DEL Dr. BACH Y EN LA DE AQUELLOS QUE SOÑAMOS COMO ÉL.

Los hospitales del futuro serán un santuario de paz, esperanza y alegría. Sin apuros, sin ruidos, completamente desprovistos de todos esos aterradores instrumentos y aparatos actuales, libres del olor de antisépticos y anestésicos, libres de todo aquello que sugiera enfermedad y sufrimiento. Tampoco habrá frecuentes controles de temperatura que perturben el descanso del paciente, ni exámenes diarios con estetoscopios y paracentesis que graben en su cerebro la presencia de su enfermedad. Ningún control constante del pulso que sugiera que el corazón está latiendo demasiado rápido. Porque son todas estas cosas las que alteran la atmósfera ideal de paz y calma que necesita el paciente para llegar a una rápida recuperación. Tampoco habrá ninguna necesidad de laboratorios, porque los minuciosos y microscópicos exámenes de los detalles ya no importarán cuando se asuma plenamente que es el paciente quien debe ser tratado y no la enfermedad.
El objetivo de todas las instituciones será tener una atmósfera de paz, esperanza, júbilo y fe. Se hará todo lo necesario para estimular al paciente para olvidar su enfermedad y luchar por su salud, y al mismo tiempo, a corregir cualquier defecto en su naturaleza y llegar a comprender la lección que tiene que aprender.
Todas las cosas del hospital del futuro serán elevadas y hermosas, de modo que el paciente se refugie en él, no solo para ser aliviado de su enfermedad, sino también para desarrollar el deseo de una vida más armonizada con los dictados de su Alma de lo que lo había hacho hasta ese momento.
El hospital será la madre del enfermo, lo llevará en sus brazos, lo calmará, lo confortará y le dará esperanza, fe y coraje para vencer las dificultades
El médico del mañana comprenderá que él, por sí mismo, no tiene poder para curar, pero que si dedica su vida a servir a sus hermanos, a estudiar la naturaleza humana, y así comprender en parte su significado, a desear de todo corazón aliviar el sufrimiento y a renunciar a todo para ayudar a los enfermos, entonces podrá canalizar a través de él el conocimiento que los guíe y la fuerza curativa que alivie sus dolores.
Y aún así, su poder y su capacidad de curar estarán en proporción a la intensidad de su deseo y de su voluntad de servir. Entonces comprenderá que la salud, al igual que la vida, pertenece a Dios; que él y los remedios que usa son meramente instrumentos y agentes del Plan Divino para ayudar a los que sufren a regresar a la senda de la Ley Divina.
El médico ya no tendrá interés en la patología, o la anatomía patológica, ya que SUS ESTUDIOS SE CENTRARÁN EN LA SALUD.
…La educación del médico consistirá en un profundo estudio de la naturaleza humana, y una gran comprensión de lo puro y lo perfecto, así como de la condición divina del hombre, que les permita a aquéllos que sufren armonizar sus conductas con su Yo espiritual, de modo de llevar la salud a su propia personalidad.
…El tratamiento del mañana consistirá esencialmente en despertar y estimular cuatro cualidades en el paciente.
Primero: paz; segundo: esperanza; tercero:alegría, y cuarto: fe.
Y todo el entorno y las atenciones tenderán a ese fin, para rodear al paciente de una atmósfera de salud y luz que lo aliente a la recuperación. Al mismo tiempo, los errores del paciente, una vez diagnosticados, le serán señalados, mientras se le proporciona la asistencia y el estímulo necesarios para que pueda vencerlos.
Han pasado 78 años y esto está lejos de verse pero no se renuncia jamás a un ideal. No será ahora, pero quizás en el futuro con un cambio de conciencia, se realice.
Dra María Delia Laporta

lunes, 13 de abril de 2009

El aceite de girasol

Es una fuente de grasas insaturadas cardiosaludables y de vitamina E, un potente antioxidante

Fecha de publicación: 11 de abril de 2009
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/guia-alimentos/alimentos-grasos/2009/04/11/93692.php
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El aceite de oliva sigue siendo con diferencia el aceite más consumido en España, seguido en segundo lugar por el de girasol. Otros aceites de semillas, como el de maíz o el de soja, le siguen a larga distancia. El cultivo del girasol para la elaboración de aceite comenzó en nuestro país hacia el año 1964, en la zona occidental de Andalucía. En la actualidad es el aceite de semillas más utilizado en España y el resto de países de Europa.

Proceso de elaboración
El aceite de girasol resulta ser una opción saludable y económica frente a otras variedades de aceite. Este tipo de aceite se obtiene a partir de las semillas del girasol "Helianthus annus", que son sometidas a las siguientes fases:
1. Descascarillado. Se separan las semillas de las impurezas. Las cáscaras se utilizan posteriormente para la producción de energía (combustible) y para la alimentación animal. 2. Trituración y extracción. La trituración es necesaria para romper las células vegetales que luego se someten a un prensado para obtener el aceite. A nivel industrial, la extracción se realiza mediante disolventes autorizados. 3. Refinado. En esta fase se eliminan las impurezas que se han formado en las fases anteriores con el objetivo de suavizar el sabor del aceite y disminuir el grado de acidez. El producto final es un aceite de color amarillo suave y sabor ligeramente dulce, con una acidez máxima de 0,2º. La denominación comercial correcta es "aceite refinado de girasol".

Valor nutritivo
En la cocina se recomienda utilizar el aceite de girasol en crudo para conservar sus propiedades
El aceite de girasol está constituido por grasa en un 99,9%. En su composición sobresalen con diferencia notable los ácidos grasos poliinsaturados (61,40 g/100 g) de los que destacan el ácido linoleico y el ácido linolénico. Estos ácidos grasos se consideran esenciales y deben proporcionarse diariamente a través de los alimentos, ya que no pueden ser sintetizados por nuestro organismo.
El aceite de girasol también aporta grasa monoinsaturada en forma de ácido oleico (22,50 g/100 g), pero en menor cantidad que la que encontramos en el aceite de oliva (73,30 g/100 g). Este aceite es, después del aceite de germen de trigo, el más rico en vitamina E (56 mg/100 g) de acción antioxidante.

En nuestro cuerpo las grasas poliinsaturadas producen los siguientes efectos cardioprotectores: reducen los niveles de colesterol total y otras grasas llamadas triglicéridos en la sangre; disminuyen el riesgo de formación de coágulos sanguíneos (trombosis y accidentes vasculares) al disminuir la agregación plaquetaria; y producen vasodilatación, es decir, aumentan el diámetro de los vasos sanguíneos. La vitamina E es un antioxidante natural que contribuye a evitar la oxidación de las células del organismo y a protegernos de la acción de los radicales libres. Esto se traduce en un menor riesgo de padecer enfermedades degenerativas como la arterioesclerosis y ciertos tipos de cáncer.
En la cocina se recomienda utilizar el aceite de girasol en crudo para conservar sus propiedades, y si se emplea para hacer frituras conviene no calentarlo en exceso. Los aceites de semillas resisten peor las altas temperaturas que el aceite de oliva, por lo que no se aconseja utilizarlos para freír alimentos. En todo caso, si se fríe con ellos, es preferible no reutilizarlos. Por su sabor suave, este aceite resulta muy adecuado como aliño en crudo y para la elaboración de salsas tipo mayonesa.

Aceite girasol alto oleico

- El mensaje "alto-oleico" anuncia que la composición del aceite de girasol se parece más a la del aceite de oliva. Este tipo de aceite se obtiene a partir de semillas de variedades de girasol especiales, ricas en ácido oleico, y representa una oferta interesante por su buen diseño nutricional y su precio asequible. El ácido oleico es un tipo de grasa monoinsaturada característica del aceite de oliva, de las aceitunas y del aguacate, y, tras esta novedad de la tecnología alimentaria, también abunda en este nuevo tipo de aceite.
En el aceite de oliva el ácido oleico está presente en una proporción entre el 70% y el 75%, similar a la que concentra el aceite de girasol "alto oleico", mientras que en el aceite de girasol convencional, este ácido graso alcanza tan sólo un 22,5%. El ácido oleico ejerce una acción beneficiosa para nuestros vasos sanguíneo y nuestro corazón, ya que aumenta el llamado "colesterol beneficioso" (HDL-c), y contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Si se comparan con el resto de aceites de semillas (girasol, maíz o soja), los ricos en ácido oleico ofrecen interesantes ventajas a la hora de utilizarlos en la cocina. Son los más adecuados para cocinar, ya que resisten mejor que los otros aceites temperaturas de hasta 180-200º C, que son las que se producen al freír; son más estables y se descomponen de una manera más lenta; e impregnan menos de grasa al alimento, el alimento frito en este aceite absorbe menos grasa y , en consecuencia, será menos calórico.

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viernes, 3 de abril de 2009

Grasas: dan sabor a los alimentos pero comprometen nuestra salud

Una de las controversias menos conocidas y más curiosas de las que se dirimen hoy en los laboratorios de investigación científica es la relacionada con las grasas trans. Aunque también existen de modo natural en alimentos como la mantequilla y algunas carnes, las grasas trans por antonomasia son las que surgen tras un proceso tecnológico, la hidrogenación parcial, que consiste en añadir hidrógeno a aceites vegetales como los de girasol o soja para obtener una grasa semisólida (la margarina, por ejemplo) que resulta más estable y consistente.

Fecha de publicación: 2 de abril de 2009
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/alimentos_a_debate/2009/04/02/184169.php

Las trans son consideradas hoy como las peores grasas para el corazón y las arterias, porque su consumo frecuente es aún más nocivo para nuestro organismo que el de las grasas saturadas (presentes en alimentos de origen animal, como leche, huevos y carnes), ya que, a diferencia de éstas, no sólo contribuyen a elevar el nivel del colesterol malo (LDL) sino que además hacen disminuir el colesterol bueno (HDL), con las graves consecuencias que ello reporta en la mayor incidencia de la hipercolesterolemia y las enfermedades cardiovasculares.

El uso, desde hace ya varias décadas, de las controvertidas grasas trans por la industria alimentaria se sustenta en poderosas razones: hacen que aumente la vida útil de los numerosos productos en los que se emplean (snacks y aperitivos salados como palomitas o patatas fritas, precocinados como empanadillas, croquetas, canelones o pizzas, galletas, margarinas y bollería industrial), y potencia su sabor y mejora su textura. Además, se enrancian menos, son más resistentes a la oxidación y abaratan los costes de producción.
La OMS recomienda que la ingesta diaria de grasas trans se limite al 1% del total de calorías
La duda que se intenta resolver sobre las grasas trans es apasionante. Se trata de comprobar si las trans que contienen de forma natural alimentos como la mantequilla, algunos lácteos y ciertas carnes se comportan en nuestro organismo de modo equiparable al de las grasas trans artificiales, surgidas en procesos industriales que consiguen que aceites vegetales como los de girasol, maíz y soja se solidifiquen y puedan ser utilizados como sustitutivo de grasas más caras (como el aceite de oliva o la mantequilla) y menos eficientes para la industria.
Se sabe, eso sí, que su estructura molecular es idéntica. Y la cosa tiene su miga. La industria alimentaria ha de reaccionar, le va mucho en ello: la implicación de las autoridades sanitarias de los países más desarrollados con el objetivo de una alimentación más saludable de la población es cada vez mayor, y su compromiso en la lucha contra las enfermedades de civilización (obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares...), cada vez más firme.

La Asociación Americana del Corazón (AHA), una de las mayores sociedades médicas del mundo, ya en 2006 aconsejaba (hoy ya lo recomienda la OMS a nivel mundial) que la ingesta diaria de grasas trans se limite al 1% del total de calorías, lo que equivale, en una dieta media, de 2.000 a 2.500 calorías, a un consumo de 2 a 2,5 gramos de grasas trans por día. En noviembre de 2008 se publicó un estudio solicitado por el Parlamento Europeo para delimitar la situación actual en materia de grasas trans y preparar el terreno para la adopción de medidas que disminuyan la presencia de estas grasas en la dieta de los consumidores.

Algunos países (EE.UU., Dinamarca) ya han implantado políticas restrictivas con estas grasas trans, que van desde el etiquetado obligatorio de los productos que las utilizan o la limitación de la cantidad máxima en los alimentos hasta la prohibición progresiva de su uso en restaurantes), y todo apunta a que la UE seguirá esa línea. El estudio concluía que la medida más efectiva para conseguir una limitación significativa en la ingesta de ácidos grasos trans es la prohibición de su uso y lanzaba la recomendación de no superar el 2% de grasas trans de origen artificial en cada uno de los ingredientes de los alimentos elaborados y los platos servidos en restaurantes, con lo que se intenta promover el uso de grasas de calidad por la industria y los cocineros profesionales.
Esta limitación supondría la desaparición de alimentos elaborados con más del 1% de grasas trans en el producto final, con lo que se atendería la recomendación de la OMS. Pero el problema científico sigue sin resolverse: ¿son tan perjudiciales las grasas trans naturales como las artificiales? De serlo, convendría redefinir las cantidades recomendadas de consumo de alimentos tan populares como la mantequilla (el 2,4% de su grasa es trans, con lo que el 1,9% del producto es grasa trans, ya que el 80% de la mantequilla es grasa) y algunas carnes (en el cordero, hasta el 5% de su grasa es trans; con lo que el 1% del producto es grasa trans, ya que de media el cordero tiene el 20% de grasa).

El caso de las margarinas
El análisis comparativo de la revista CONSUMER EROSKI del pasado mes de marzo indicaba que un análisis publicado en 1996 por esta revista reveló que el 8,6% de la grasa de las margarinas lo componían los ácidos grasos trans, cuando en un comparativo posterior, de 2001, la media de grasas trans en las margarinas se redujo hasta el 1,5%, y en este último, 13 años después del primer análisis, "representa de media sólo el 0,7%." A la vista está, se aseguraba, que "los productores de margarinas han sabido modernizar la fórmula de su producto y adecuarla tanto a las futuras normativas europeas, que se prevén muy exigentes con la reducción de las grasas trans en la industria alimentaria -se habla incluso de prohibición-, como a unos consumidores cada vez mejor informados y más exigentes con su alimentación, que han comenzado a vincularla decisivamente con el cuidado de su salud".

Algunas empresas del sector alimentario han comenzado a publicar de forma voluntaria el contenido de grasas trans en sus etiquetas nutricionales y otras tienen previsto eliminar, en un futuro próximo, el contenido de los aceites parcialmente hidrogenados de sus productos. Este podría ser el camino a seguir, mientras llega la ley europea que determine los límites en el uso de estas grasas tan poco saludables.

El mundo de las grasas en la alimentación
El consumo de grasas es necesario para nuestro organismo, pero no han de representar más del 30%-35% del total de calorías de la dieta diaria. Sabido es que el aporte actual medio en los países desarrollados supera con creces esa proporción. La consecuencia más inmediata es el exceso de peso, y a la larga, y según el tipo de grasa que se consuma, problemas cardiovasculares y metabólicos, la obesidad entre ellos. En los últimos años se ha avanzado mucho en el conocimiento de la composición de los distintos tipos de grasas y de su metabolismo y aprovechamiento por nuestro organismo. El efecto sobre el metabolismo depende mucho del tipo de ácido graso de que se trate. La clave está en saber qué tipos de grasas hay, qué alimentos las contienen y los efectos de su consumo en nuestra salud.

Los tipos de grasa
Los alimentos grasos, ya sean naturales o procesados, se clasifican según el tipo de ácidos grasos que más abundan en su composición. El tipo de ácidos grasos les confiere no sólo su consistencia sino también su aptitud gastronómica y culinaria. Así, las grasas de los alimentos, con independencia de su origen, pueden tener más o menos ácidos grasos saturados, monoinsaturados o poliinsaturados. Las grasas ricas en saturados, como la mantequilla o la grasa de la carne, son sólidas a temperatura ambiente, mientras que las ricas en insaturados, como los aceites vegetales, son líquidas a temperatura ambiente. Esta clasificación también determina la calidad de la grasa, ya que el efecto sobre la salud humana depende de su ácido graso más abundante. Las grasas saturadas deben representar menos del 7% de la energía de la dieta, las monoinsaturadas entre el 15% y el 20% de las calorías totales, y las poliinsaturadas el 5%. Así suman el 30%-35% que las grasas deben representar en el total de la energía consumida mediante la dieta.
Ácidos grasos saturados. Laúrico, mirístico, palmítico y esteárico. Consumidos en exceso tienden a elevar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Alimentos ricos en grasas saturadas: carnes grasas, embutidos, patés, manteca, tocino, leche entera y sus derivados, grasas lácteas (nata y mantequilla). También se hallan en los aceites de coco y palma, muy empleados en bollería industrial, repostería, pastelería y snacks. Estas grasas, y estos alimentos, han de consumirse con gran moderación.
Ácidos grasos monoinsaturados. El más representativo es el oleico, característico del aceite de oliva, las aceitunas y el aguacate. Su consumo en cantidad suficiente protege el sistema cardiovascular: contribuye a reducir el mal colesterol (LDL) y a aumentar el bueno (HDL). De consumo recomendable.
Ácidos grasos poliinsaturados. Omega-6 (linoleico, abundante en los aceites vegetales de semillas) y omega-3 (alfa linolénico, en el aceite de soja; EPA o Eicosapentaenoico y DHA o Docosahexaenoico, en la grasa del pescado azul). Su consumo es muy recomendable. Los omega-6 de los aceites de semillas (girasol, maíz y soja), las margarinas vegetales y los frutos secos disminuyen los niveles de colesterol total y LDL, el malo, aunque hacen descender ligeramente el HDL, el bueno. Los omega-3, característicos del pescado azul (atún, sardinas, trucha, salmón), no producen un efecto apreciable sobre el colesterol pero a partir de ellos se forman eicosanoides, que promueven la vasodilatación y disminución de la agregación plaquetaria, con lo que benefician la salud cardiovascular al reducir la trombogénesis o formación de trombos o coágulos. Se aconseja consumir diariamente 2 gramos de ácido linolénico y 200 mg de DHA. Sepamos que 100 gramos de salmón fresco proporcionan 5 gramos de grasas EPA y DHA; el bonito, 2,3 gramos; y la trucha, casi 1,5 gramos. Mejor proveerse de Omega 3 consumiendo pescados azules que productos enriquecidos en esta grasa, como leche, huevos, galletas o bebidas de fruta. Un análisis de CONSUMER EROSKI demostró que el alimento enriquecido con más Omega-3, una grasa para untar, contenía sólo 0,5 gramos de Omega 3 cada 100 gramos. Comparemos con el contenido en Omega 3 de los pesados azules antes citados.
"Grasas o aceites vegetales"
Numerosos alimentos procesados contienen aceites u otras grasas, imprescindibles para la obtención del producto final, pero el consumidor no siempre conoce el tipo de grasa que el fabricante utiliza. Son muchos los alimentos que no indican el origen del aceite que se ha empleado en su elaboración. Se limitan a indicar entre los ingredientes "grasas o aceites vegetales". Esto confunde al consumidor, ya que detrás de este término, aparentemente saludable, se encuentran los aceites de coco y de palma, ricos en grasas saturadas y, por tanto, poco convenientes para la salud cardiovascular.
Además, el gran contenido en ácidos grasos láurico, mirístico y palmítico de estos aceites los hace aún menos saludables para un consumo frecuente que la grasa saturada de los productos cárnicos. Es por ello que conviene fijarse en la etiqueta de los productos y elegir aquellos en los que se especifique que el aceite utilizado es de oliva, girasol, maíz o soja. Y los que no incluyan el término "parcialmente hidrogenado" entre sus ingredientes.
ACEITE DE GIRASOL, TAMBIÉN MUY SALUDABLE

El aceite de girasol está constituido fundamentalmente por ácidos grasos poliinsaturados (61%, frente al sólo 10% del aceite de oliva) entre los que destacan el linoleico y el linolénico, ambos esenciales para nuestro organismo. También contiene grasa monoinsaturada (ácido oleico), si bien en cantidad tres veces menor que la del aceite de oliva. Su importante cantidad de vitamina E, de acción antioxidante, es otro de los puntos fuertes nutricionales del aceite de girasol. El consumo habitual de aceite de girasol, sobre todo si se alterna con el de oliva, ayuda en la reducción del colesterol total y reduce el riesgo de enfermedades cerebro y cardiovasculares por su capacidad de producir vasodilatación (aumenta el diámetro de los vasos sanguíneos) y hacer la sangre más fluida y con menor riesgo de trombos o coágulos.
En la cocina, se recomienda utilizar el aceite de girasol en crudo porque conserva mejor sus propiedades. Si se emplea para cocinar, conviene usarlo en preparaciones que no requieran de gran calentamiento: no es el más adecuado ni saludable para la fritura, porque su composición grasa hace que resista peor que el aceite de oliva las altas temperaturas, y se descomponga antes. Para frituras es más conveniente el aceite de oliva, si bien el nuevo aceite de girasol rico en oleico es más apto para freír que otros aceites de semillas: resiste mejor las altas temperaturas, se descompone más lentamente y puede reutilizarse más veces, siempre y cuando se filtre de manera adecuada.
FRITURAS SALUDABLES Y SABROSAS
Utilizar preferentemente aceite de oliva o de girasol oleico.
Calentar el aceite a fuego moderado.
No dejar humear el aceite. El punto de humo indica que se ha llegado a la temperatura crítica y es fácil que se formen compuestos no deseados y, a la larga, tóxicos.
Filtrar el aceite justo después de su uso para eliminar los restos del alimento que han quedado disueltos.
No reutilizar el aceite en más de cinco frituras, y sólo si se ha hecho bien la fritura; lo recomendable es no reutilizarlo más de tres veces.
Si la fritura se hace correctamente, el aceite de oliva penetra poco en los alimentos por lo que el valor energético total no aumenta tanto. Si se fríe con aceites de semillas (girasol, maíz, soja), se impregna más el alimento, lo que lo convierte en más calórico.

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martes, 31 de marzo de 2009

¿De que se alimentan las celulas cancerigenas?

Años después de estar diciendo a la gente que Quimioterapia es la única manera de tratar y eliminar el cáncer, John Hopkins Hospital finalmente comenzó a decir que hay otra alternativa.
CANCER POR JOHN HOPKINS HOSPITAL, USA-
1) Cada persona posee células cancerigenas en el cuerpo. Estas células cancerigenas no aparecen en los pruebas standards hasta que se multiplican en algunos billones. Cuando los doctores dicen a sus pacientes con cáncer que ya no encontraron células de cáncer en sus cuerpos después de tratamiento, esto significa que los exámenes no pueden detectar estas células en su tamaño detectable.
2) Células cancerigenas aparecen entre 6 y hasta mas de 10 veces en la vida de una persona.
3) Cuando el sistema inmunológico de una persona es fuerte, éste destruye las células cancerigenas y previene su multiplicación y la formación de tumores.
4) Cuando una persona tiene cáncer, esto indica que tiene múltiples deficiencias nutricionales. Esto puede ser genético, ambiental, alimenticio o factores del estilo de vida..
5) Una forma de combatir la múltiple deficiencia nutricional, es cambiando la dieta e incluir suplementos alimenticios que refuercen el> sistema inmunológico.
6) Quimioterapia consiste en envenenar células cancerigenas de rápido crecimiento, pero esto implica que se envenenan también cedulas sanas de rápido crecimiento en la medula ósea, tracto intestinal, etc., y pueda causar daño a órganos como el hígado, riñones, corazón, pulmones, etc..
7) La Radiación mientras destruye células cancerigenas, quema, deja cicatrices y daña células sanas, tejido y órganos.
8) Tratamientos iniciales con quimioterapia y radiación frecuentemente> reducen el tamaño en tumores. Sin embargo el uso prolongado de quimioterapia y radiación resulta en no más destrucción de tumores.
9) Cuando el organismo se llena de demasiado cargas toxica provenientes de quimioterapia y radiación, el sistema inmunológico se ve comprometido o se destruye, por lo tanto la persona puede sucumbir a diferentes tipos de infecciones y complicaciones.
10) Quimioterapia y radiación, puede causar que las células cancerigenas muten y se vuelvan resistentes y su destrucción se dificulte. Cirugía puede también causar que las células cancerígenasse propaguen a otros sitios.
11) Una manera de combatir el cáncer, es dejar que las células cancerigenas se mueran de hambre, al no ser alimentadas con comida que necesitan para su multiplicación.

LAS CELULAS CANCERIGENAS SE ALIMENTAN DE:
a) El Azúcar es alimentadora del cáncer. Cortando el azúcar se corta> con un importante suplemento alimenticio para el cáncer. Sustituto del azúcar como NutaSweet, Equal, Spponful, etc. están hechos con Aspartame y este es dañino. Un mejor substituto natural puede ser la miel de abeja, pero en una pequeña cantidad. La sal de mesa contien químicos que la hacen de color blanco. Una mejor alternativa es la sal de mar.
b) La leche causa que el cuerpo produzca mucosa, especialmente en el tracto gasto-intestinal. Cáncer se alimenta de mucosa. Cortando la leche y sustituyéndola por Leche de Soya sin azúcar, las células cancerigenas comienzan a morir de hambre.
c) Células cancerigenas prosperan en ambientes ácidos. Una dieta basada en carne es alta en acido, lo mejor es comer pescado y algo de pollo que comer carne de res o puerco. La carne también contiene antibióticos, hormonas y parásitos, lo cual es muy dañino, especialmente gente con cáncer.
d) Una dieta hecha de 80% de vegetales frescos y jugos, granola, semillas, nueces y algo de fruta, ayuda a poner el cuerpo en un> ambiente alcalino. El 20% restante puede ser hecho de comida cocinada incluyendo frijoles.. El jugo de vegetales frescos proveen enzimas vivas que son rápidamente absorbidas y pueden alcanzar niveles celulares en 15 minutos que nutren y aumentan el crecimiento de células sanas. Para obtener enzimas vivas que construyan células sanas, trata de tomar jugo de vegetales frescos y comer algunos vegetales crudos de 2 a 3 veces al día. Las enzimas se destruyen a temperaturas de 40 grados centígrados.
e) Evita el café, té y chocolate, que contenga alta cafeína. Green tee es una mejor alternativa y tiene propiedades que luchan en contra del cáncer.
Toma agua purificada o de filtro, agua de la llave contiene tóxicos y altos niveles de metal. Agua destilada es acida, evítala.
f) La proteína en la carne es difícil de digerir y requiere muchas enzimas digestivas. Carne sin digerir permanece en el intestino y se pudre convirtiéndose en más residuos tóxicos.
g) Las paredes de células cancerigenas están cubiertas de resistente proteína. Comiendo menos carne se liberan más enzimas que atacan a las paredes de proteína de las células cancerígenas y permite que el cuerpo produzca células que matan a las células con cáncer.
Algunos suplementos ayudan a reconstruir el sistema inmunológico :
antioxidantes,vitaminas, minerales, etc.).
IMPORTANTE
1) Cáncer es una enfermedad de la mente, cuerpo y espíritu.
Un espíritu positivo ayuda al enfermo de cáncer a sobrevivir.
La ira, el rencor y el resentimiento pone al cuerpo en un ambiente acido y de tensión.
Aprende a tener un espíritu de amor y perdón.
Aprende a relajarte y a disfrutar la vida.
2) Las células de cáncer no prosperan en un ambiente oxigenado. Haciendo ejercicio diario y respirando profundo ayudan a llevar oxigeno al nivel de las células. Terapia de oxigeno es otra manera utilizada para combatir las células de cáncer.
John Hopkins Hospital hace las siguientes recomendaciones:
1.-No usar recipientes de plástico en el microondas.
2.- No colocar botellas de agua en el congelador.
3.- No usar envolturas de plástico sobre recipientes en el microondas. Al calentar el plástico en el microondas o poniéndolo en el congelador, se liberan dioxinas. Las dioxinas son un químico que produce cáncer, especialmente cáncer de seno. Las dioxinas envenenan las células de nuestro cuerpo.
Esta información, a su vez, a estado circulando en Walter Reed Army> Medical Center.> Recientemente, el Dr. Edwuard Fujimoto, director del programa Wellness en el Hospital Castle, estuvo en un programa de televisión donde explico los riesgos para la salud.
El hablo de las dioxinas y lo malas que estas son para nosotros. Dijo que no debemos calentar nuestra comida en el microondas usando recipientes de plástico. Esto aplica especialmente a los alimentos que contienen grasa. El dijo que la combinación de grasa, alta temperatura y plásticos, liberan dioxinas que van a los alimentos y por ultimo estas entran a nuestro cuerpo.
El recomienda usar recipientes de vidrio, tal como Corning Ware, Pyrex> o creamica para calentar la comida. También dijo que se obtienen los mismos resultados pero sin la dioxina.
Las comidas instantáneas que aparecen en televisión, sopas maruchan o instant, ramen, etc.; deberían de ser removidas de los plásticos contenedores y calentarlos en recipientes de vidrio. Señalo que el papel no es malo, pero tu no sabes lo que contiene el papel. Lo mas recomendable es usar vidrio templado, corning ware, etc.
Hace tiempo en algunos restaurantes de comida rápida se sustituyo los contenedores de hielo seco (foam) por papel. La razón es por los problemas de la dioxina.
También señalo, que cubrir los recipientes con plástico tal como Saran, es tan peligroso cuando se colocan sobre los alimentos para ser calentados en el microondas. Las altas temperaturas causan que peligrosas toxinas se derritan del plástico y caigan en la comida. El recomienda usar servilletas de papel en su lugar.

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miércoles, 25 de marzo de 2009

CLORURO DE MAGNESIO

El presente articulo fue redactado por el sacerdote Reverendo Padre José Chorr, del Colegio Chafarrínense, es además profesor de física y de biología y expresa conceptos sobre el Cloruro de Magnesio.
El Reverendo Chorr comenta lo que sucedió en su propio cuerpo físico:"Cuando tenia 61 años de edad estaba casi paralítico, esto fue doce años antes de comenzar el tratamiento con el Cloruro de Magnesio. Sentía puntadas agudas en la región lumbar (columna vertebral), incurable según la ciencia medica ortodoxa (es decir, los médicos). Al levantarme de la cama por las mañanas, sentía un fuerte dolor en la columna que perturbaba todo el día. Era causado por el nervio ciático, que apretaba la tercera vértebra, me lo hacia sentir sobre todo cuando estaba parado, lo que me forzó a trabajar la mayor parte del día sentado. Hubo un año, en que todo lo hacia sentado, menos la misa. Era un tormento y tenia que suspender mis viajes a causa del dolor.
Durante un verano muy seco sentí mejoría, pero luego empeore más. Comencé entonces a rezar la misa sentado. Volví a la ciudad de Floreanàpolis (Brasil) buscando un especialista que me sanara. Me tomaron nuevas radiografías, están duras y en avanzado estado de descalcificación. Nada era posible hacer. Las diez aplicaciones de onda corta que recibía en la columna no detenían el dolor. Al colmo de no poder dormir ni siquiera acostado, a veces quedaba sentado en la cama. Hasta que descubrí que podía dormir en la posición fetal, así como duermen los gatos. Esto dio cierto resultado y solo despertaba al estirarme o enderezarme. Ya faltaba poco para no poder dormir ni siquiera en posición fetal.
Me preguntaba: Y ahora ¿qué puedo hacer? Estaba engañado por la medicina tradicional y así entonces apelé a Dios. Y le dije: amado Dios, estas viendo en este estado a esta criatura…te pido Dios mío que me des una solución para todos mis males.
Ocurrió entonces que pocos días más tarde me llevaron a Porto Alegre a un encuentro jesuítico. Allí conocí al Padre Suárez, un sacerdote jesuita quien me contó que la cura de mis problemas de salud era algo muy fácil. Me dijo que para ello debía tomar el Cloruro de Magnesio, mostrándome escrito en un libro de medicina del Padre Poig, un jesuita español, conocido y prestigioso biólogo, que había descubierto las propiedades curativas del Cloruro de Magnesio, a partir de una experiencia familiar, curando a su madre quien por esa época se encontraba con artrosis en avanzado estado de descalcificación.
Los sacerdotes jesuitas siempre se destacaron por sus grandes conocimientos para curar las enfermedades utilizando medicina natural como las hierbas medicinales y los minerales puros. En tono de broma, el Padre Suárez me dijo: mientras tomes esta sal, solo te vas a morir si te das un tiro en la cabeza o si tienes un accidente.
Comencé a tomar una dosis diaria todas las mañanas. Tres días después, comencé a tomar una dosis a la mañana y otra a la noche. Así mismo continué durmiendo todo arrollado. Pero el vigésimo día, cuando me levanté estaba todo extraño y me dije: ¿Será que estoy soñando?, dado que ya no sentía dolores y hasta pude dar un paseo por la ciudad, sintiendo todavía en mi memoria el peso de diez años de sufrimiento con esta incomodidad y limitación.
A los cuarenta días pude caminar el día entero, sintiendo un pequeño peso y dolor en la pierna derecha. A los sesenta días, esta pierna dolorida estaba igual o mejor que la otra. Luego de tres meses sentía crecer la flexibilidad en los huesos y un inesperado alivio en todo mi cuerpo. Pasaron diez meses y puedo doblarme como si fuera una serpiente, sintiéndome otra persona.
El Cloruro de Magnesio, arranca el calcio depositado en los lugares indebidos y los coloca solamente en los huesos y más aún, consigue normalizar el torrente sanguíneo, estabilizando la presión sanguínea. El sistema nervioso queda totalmente calmo, sintiendo mayor lucidez mental, mejorando notoriamente la memoria, la atención y la concentración, la sangre se torna más fluida y más limpia. Las frecuentes puntadas en el hígado desaparecieron y la próstata que debía ser operada hace años, ahora ya casi no me incomoda. Pero el efecto más importante de todos, fue el de haber sido preguntado por otras personas: ¿qué está pasando contigo que estas mucho más joven?, y yo les contestaba: Sí, la verdad me siento más joven y me retornó la alegría de vivir.
Es por esto que me veo obligado a difundir este remedio natural, como un agradecimiento a Dios por haber escuchado mis ruegos. Así es que envío copias de este articulo para toda persona que esté sufriendo, padeciendo dolores y malestares".


MODO DE PREPARACIÒN:
Hervir 1 litro de agua .Luego introducir el contenido de un sobrecito de 33 gramos de Cloruro de Magnesio (se consigue en farmacias), en una botella o recipiente de vidrio (no en plástico). Agregarle el agua hervida fría para disolverlo, luego mezclar y tapar. De esta manera se obtiene una preparación pura que se mantiene inalterable. No es necesario guardarlo en la heladera.Dosis recomendada: el equivalente a un pocillo de café, de acuerdo a la edad y la necesidad.
1. El Cloruro de Magnesio produce equilibrio mineral, como en la artrosis por descalcificación, reanima los órganos en sus funciones, como a los riñones para que eliminen el ácido úrico.
2. Regula la actividad neuromuscular y participa en la transmisión de los impulsos nerviosos.
3. Es un gran energizante psicofísico y equilibra el mecanismo de contracción y relajación muscular, previniendo la fatiga o cansancio muscular, evitando calambres y fortaleciendo los músculos, lo que es imprescindible en cualquier deportista.
4. Es necesario para el correcto funcionamiento del corazón pues desempeña un importante papel en el proceso de múltiples procesos biológicos..
5. Mejorando la nutrición y la obtención de energía, combate la depresión, los mareos y es un poderoso agente antiestrés.
6. Cumple una función primordial en la regulación de la temperatura del cuerpo.
7. Benéfico para evitar niveles altos de colesterol.
8. Regulador intestinal.
9. Juega un rol importante en la formación de los huesos.
10. También en la metabolización de carbohidratos y proteínas.
11. Es útil en problemas de irritabilidad neuromuscular como tétanos, epilepsia, etc.
12. Ayuda a disminuir lípidos (grasas) en la sangre y la arteriosclerosis purificando la sangre y vitalizando el cerebro, devuelve y conserva la juventud hasta avanzada edad.
13. Después de los 40 años, el organismo humano comienza a absorber cada vez menos magnesio en su alimentación, provocando vejez y enfermedades. Por eso, el Cloruro de Magnesio debe ser tomado de acuerdo a la edad.
14. Previene y cura la próstata y hemorroides.
15. Previene la gripe.
16. Alarga la juventud.
17. Evita la obesidad.
18. Es preventivo del cáncer.
19. Evita la arteriosclerosis.
20. Es un excelente laxante.
21. Modera los trastornos digestivos.
22. Reduce la bronquitis.
23. Evita los sabañones.
24. Actúa como desodorante.
EDAD:De 10 a 50 años: ½ dosis
De 51 a 70 años: 1 dosis a la mañana.
De 71 en adelante: Una dosis a la mañana y otra a la noche.
Para las personas de la ciudad, con alimentación de bajas calidades como refinadas y comidas enlatadas, deben consumir un poco más de Magnesio. Para las personas de campo, la dosis puede ser un poco menos. Ciertamente se conseguirá una persona escapar de todos los males simplemente por tomar Cloruro de Magnesio, pero el consumirlo hará que todo sea más gratificante y llevadero. El Cloruro de Magnesio no crea hábito, no es un elemento químico, es un elemento natural, sin ninguna contraindicación y es compatible con cualquier otro medicamento simultáneo.
INDICACIONES:

En la columna: Nervio ciática o lumbar, sordera por descalcificación. Tomar una dosis por la mañana, otra por la tarde y otra por la noche. Una vez obtenida la curación, se continúa tomando para evitar el regreso de la enfermedad, pero disminuyendo una o dos dosis por día según la edad.
En artrosis: El ácido úrico se deposita en las articulaciones del cuerpo, especialmente en los dedos que se hinchan. Esto sucede porque los riñones están fallando por falta de magnesio: hay que tener cuidado, los riñones pueden estar deteriorándose. Tomar una dosis por la mañana, si en 20 días no siente mejoría, continuar con una dosis a la mañana y otra por la noche. Después de la curación, continuar con la dosis preventiva mínima según la edad.
En próstata: Según cuentan, un anciano no conseguía orinar, y en la víspera de la operación le dieron a tomar 3 dosis y comenzó a mejorar; después de una semana estaba curado, sin necesidad de cirugía. Hay casos en que la próstata vuelve a la normalidad. Tomar una dosis por la mañana, 2 dosis por la tarde y 2 dosis por la noche. Al conseguir la mejoría, continuar con la dosis mínima según la edad.
En ataques de vejez: Rigidez ósea, calambres, temblores, arterias duras con colesterol en sus paredes internas, falta de actividad cerebral. Tomar una dosis por la mañana, otra por la tarde y otra por la noche. Al obtener mejoría, continuar con la dosis mínima preventiva.
En cáncer: todos tenemos predisposición a padecerlo.. Consiste en células malformadas por causa de algunas sustancias o de presencia de partículas tóxicas. Estas células no se armonizan con las sanas, mas no son inofensivas, solo hasta cierta cantidad que el Cloruro de Magnesio consigue combatir utilizando células sanas. Felizmente el proceso canceroso lento, no causa dolores hasta aparecer el tumor, hay virus muy variados que invaden las células sanas produciendo ramificaciones. El Cloruro de Magnesio, cuando la enfermedad está avanzada puede apenas frenar un poco la acción cancerosa, pero ya no cura totalmente, aunque hubo casos en que fue curado. Existen indicios de que el cáncer es hereditario. El Cloruro de Magnesio es el mejor preventivo para el cáncer de mamas y para que el mismo no se degenere y forme tumores malignos.
Hay que evitar los alimentos cancerigenos y el cigarrillo además de tomar Cloruro de Magnesio como remedio. Es suficiente que el cuerpo esté normalmente mineralizado para que esté libre de casi todas las enfermedades.
Es aconsejable para todos los casos en que se haya logrado la curación esperada, disminuir las tomas del Cloruro del Magnesio a las dosis mínimas preventivas según la edad, para evitar que regrese la enfermedad y luego, también es recomendado descartar las tomas durante 2 a 4 meses para después continuar con períodos de 4 a 6 meses de dosis mínimas preventivas con el descanso intermedio mencionado.
La falta de magnesio en el ser humano puede provocar entre otras cosas: debilidad general, enfermedades degenerativas como el cáncer, tuberculosis, diabetes, también neuritis, trastornos nerviosos, debilidad en los huesos y anemia.

INFORMACION RELACIONADA
http://www.asesorianutricional.com.ar/respuesta.asp?faq=55&sPreg=Cloruro%20de%20Magnesio:%20beneficios%20y%20contraindicaciones

martes, 10 de marzo de 2009

Nuevos desórdenes alimentarios

"Drunkorexia" y "diabulimia", nuevos desórdenes alimentarios

No comer durante horas, o hacerlo en pequeñas cantidades para compensar las calorías ingeridas por el consumo de bebidas, es un trastorno alimentario cada vez más extendido entre los jóvenes
Son diversas las publicaciones que difunden nuevos términos dentro del léxico de los desordenes alimentarios. Es el caso de la "drunkorexia", que se entiende como una abreviación de una serie de conductas desequilibradas como dejar de comer para compensar las calorías ingeridas tras el consumo de alcohol. También nueva es la palabra "diabulimia", un problema de la conducta alimentaria al alza entre chicas diabéticas, que utilizan la condición de la disciplina alimentaria que exige su enfermedad para tratar de perder el máximo peso.
Las noticias sobre las manías y las obsesiones de muchos personajes famosos con las comidas que se decantan por el consumo exclusivo de alimentos orgánicos y libres de aditivos despertaron en su día el interés por un nuevo trastorno alimentario que fue acuñado con el término de "ortorexia", entendido como la obsesión por la comida sana. A la obcecación por conseguir un cuerpo musculoso detrás de horas y horas de ejercicio intenso también se le puso un nombre, la "vigorexia".
Ahora son diversas las publicaciones, blogs y páginas webs que difunden nuevos vocablos que se incluyen dentro del léxico de los desordenes alimentarios. Es el caso de la "drunkorexia" que, sin ser la denominación médica oficial del trastorno, abrevia una serie de comportamientos insanos como dejar de comer para compensar las calorías ingeridas tras el consumo de alcohol. Reciente es también el término de "diabulimia", un creciente problema de la conducta alimentaria entre chicas diabéticas, que utilizan la condición de la disciplina alimentaria que exige su enfermedad para tratar de reducir el máximo peso.

"Drunkorexia": no comer para beber
El hecho de seguir una dieta de adelgazamiento supone considerar todos aquellos alimentos que, por su elevada carga energética, se han de limitar con el fin de darle al cuerpo las calorías que precisa pero no más. Además de los consabidos dulces y snacks energéticos (patatas fritas y similares), el dietista-nutricionista, a la hora de planificar una dieta sana, también sugiere poner un límite al consumo de bebidas azucaradas y bebidas con alcohol.
Al reconocido perjuicio para la salud del consumo desmesurado de alcohol se suma el aporte de energía (calorías) de todas aquellas bebidas alcohólicas. Un gramo de alcohol o etanol aporta 7 kilocalorías. Con ayuda de una fórmula para sencilla determinar los gramos de alcohol exactos de cada bebida y de unas tablas de composición de alimentos, se pueden estimar las calorías derivadas del consumo de distintas bebidas.
Los trastornos de la conducta son especialmente peligrosos si se suman a una enfermedad crónica como la diabetes
Así, pues, tomar una lata de cerveza (330 ml) supone al organismo un aporte de alrededor de 110 calorías; un vaso de vino (125 ml), unas 80 calorías; y un combinado supera las 200 calorías. Si se hace dieta, la limitación de tomar cervezas o combinados no suele ser bien admitida por los jóvenes, en general, y por las chicas, en particular, que son las que antes comienzan a querer adelgazar.
La tendencia a dejar de comer durante horas o apenas comer durante el día para compensar las calorías ingeridas con las bebidas se está extendiendo, sobre todo, entre las chicas jóvenes. Varias publicaciones se han hecho eco de este comportamiento insano, y que podría incluirse dentro del grupo de los trastornos de la conducta alimentaria.
"La obsesión con estar delgado y la aceptación social del consumo de alcohol son parte del origen de este grave trastorno de la conducta alimentaria", declaraba Douglas Bunnell, presidente de la Asociación Nacional de Trastornos de la Conducta Alimentaria (National Eating Disorders Association) de Estados Unidos a una publicación estadounidense que trató el tema. Este experto actualmente ocupa el cargo de director de The Renfrew Center, una fundación que engloba a una serie de centros médicos especializados en el tratamiento integral de los trastornos de la conducta alimentaria localizados en distintas ciudades americanas.
"Diabulima"
El término "diabulimia" trata de definir a un trastorno de la conducta que se gesta en personas recién diagnosticadas de diabetes tipo 1, que precisa tratamiento crónico con insulina. Uno de los signos comunes que preceden al diagnóstico de la diabetes tipo 1 es la pérdida de peso a causa del desequilibrio hormonal que acontece. La insulina es la hormona que en condiciones de salud regula el metabolismo de los distintos nutrientes, en particular el de los hidratos de carbono o azúcares.
Cuando el páncreas no secreta suficiente insulina, las células no pueden obtener energía a partir de los azúcares de los alimentos, y estos se eliminan por la orina, lo que conduce a un menor consumo y aprovechamiento energético, con la consiguiente pérdida de peso. Tras el diagnostico de la enfermedad, se comienza la terapia con una dieta adecuada combinada con insulina, y la persona va recuperando poco a poco el peso perdido. Sucede que muchas personas comen más azúcares para evitar las temidas hipoglucemias, bajadas bruscas de los niveles de glucosa en sangre (glucemia), lo que, a la larga, conduce a exceso de peso.
Este nuevo fenómeno conocido como "diabulimia" consiste en utilizar la condición de la disciplina alimentaria y, sobre todo, del control de la insulina que exige la diabetes para perder peso. Las personas afectadas reducen las dosis de insulina con el fin de bajar de peso de manera intencionada. El organismo al no tener suficiente insulina no puede aprovechar todos los azúcares, el aporte energético es menor y, en consecuencia, se pierde peso. Es fácil comprender que los trastornos de la conducta son especialmente peligrosos si se suman a una enfermedad crónica como es la diabetes.
Sin insulina, aumentan los niveles de glucosa en sangre. Cuando llegan a unos niveles muy elevados (hiperglucemia) y se mantienen demasiado tiempo, se produce la cetoacidosis diabética, en la que la sangre se vuelve demasiado ácida. Los ácidos de la sangre dañan las células; esto puede conducir a una situación de coma, que puede llegar a ser mortal. A la larga, el exceso de azúcares daña los vasos sanguíneos que irrigan los nervios provocando neuropatías. Si el daño se produce en los vasos sanguíneos de la retina se puede sufrir retinopatía diabética, que afecta a la visión.
Aunque el término "diabulimia" puede dar a entender que comparte conductas insanas con la bulimia nerviosa -comer por atracón y luego purgarse para compensar el exceso de calorías ingeridas-, se puede comprobar que los signos de identidad son totalmente distintos.

NUEVOS DESÓRDENES, NUEVOS TÉRMINOS

Son diversos, y en ocasiones muy específicos, los síntomas y los signos que sirven para identificar los desórdenes alimentarios distintos de los más conocidos y de mayor incidencia, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa. Por ejemplo, la sensación de inapetencia durante toda la mañana y de gran apetito a la hora de la cena y durante la noche son señas características del síndrome del comedor nocturno.
Este comportamiento es totalmente distinto a lo que se define en clínica como "trastorno por atracón" o "binge eating", que consiste en la ingesta exagerada de alimentos, en momentos concretos y de forma inconsciente, para calmar la ansiedad. El término de "ortorexia" se entiende como la obsesión por la comida sana, basada en la selección de alimentos orgánicos, sin aditivos, etc., y se incluye también dentro del léxico de los desórdenes alimentarios.
Incluso se está extendiendo el uso popular de la expresión "manorexia" para referirse a la anorexia nerviosa en varones.