miércoles, 27 de junio de 2007

Los colores de frutas y verduras: su efecto en la salud

¿Sabías que entre más color tenga una fruta o una verdura mayores son las aportaciones nutrimentales a tu dieta?

Los coloridos vegetales y frutas contienen vitaminas y minerales esenciales, así como fibra y fotoquímicos que tu organismo necesita para promover tu salud y hacer que te sientas muy bien. Al comerlos, podrás estar seguro de que tú y tu familia están obteniendo muchos de los nutrimentos necesarios para ayudarles a estar muy saludables y así evitar diversas enfermedades.

Rojo: este grupo te ayuda a la salud de la memoria, el corazón, el tracto urinario y te protege contra algunos tipos de cáncer. Esta categoría contiene los fitoquímicos licopeno y antocianinos. Las frutas y verduras rojas incluyen las manzanas rojas, las naranjas de interior rojo, cerezas, uvas rojas, toronja rosada o roja, peras rojas, granadas, frambuesas, fresas, sandía, betabeles, pimientos rojos, rábanos, cebollas moradas, papas rosadas, y jitomates.

Verde: te protege contra algunos tipos de cáncer, mantiene a huesos y dientes fuertes y ayuda a la vista. Las frutas y verduras verdes contienen el fitoquímico luteína. De entre los alimentos verdes están los aguacates, las manzanas verdes, uvas verdes, melón chino, kiwis, limones, peras verdes, brócoli, alcachofas, espárrago, coliflor, col de Bruselas, col china, ejotes, col verde, apio, chayote, calabaza verde, pepinos, verduras de hojas verdes como el perejil, el cilantro y el epazote, lechuga, cebollines, chícharos, pimiento verde, espinacas, chiles serrano y jalapeño, berro y el calabacín.

Anaranjado y amarillo: estos colores no deben faltar en tu alimentación diaria. Las frutas y los vegetales anaranjados, como las papas dulces, los mangos, las zanahorias y los duraznos, contienen betacaroteno. Este carotenoide es un antioxidante natural que mejora el funcionamiento de tu sistema inmunológico. Este grupo es rico en vitamina C. El folato, que en la mayoría de los casos se consigue en los vegetales de hojas verdes, también se encuentra en las frutas y los vegetales de color naranja. El folato es una vitamina B que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.

Azul y morado: las frutas y verduras que son de estos colores te ayudan a prevenir los efectos del envejecimiento. También ayudan en la protección contra algunos tipos de cáncer, al funcionamiento de la memoria y a la salud de las vías urinarias. Estos alimentos contienen los fitoquímicos antociana y fenólicos. Las frutas y verduras azules y moradas incluyen las moras, zarzamoras, grosellas negras, ciruelas frescas y secas, higos morados, uvas moradas, pasas y ciruelas pasas, espárrago morado, col morada, berenjena y las papas (de color morado).

Blanco: este grupo contiene muchas vitaminas y fotoquímicos, en los que se incluye la alacina. Las frutas y verduras blancas, de color crema o café ayudan a mantener los niveles sanos de colesterol cuando éstos están en un rango normal, así como también a mantener la salud coronaria y a disminuir el riesgo de algunos tipos de cáncer. Aquí se incluyen a los plátanos, las peras cafés, los dátiles, los duraznos, la coliflor, el ajo, el jengibre, la jícama, los champiñones, las cebollas, las papas (de color blanco), el nabo y el elote blanco.

Referencia informativa: http://www.sdnnonline.org/
Fuente: Departamento de Comunicación y Contenido; TodoEnSalud.org

Recetas naturales:

http://www.asesorianutricional.com.ar/recetas.html

lunes, 25 de junio de 2007

Lo que pica, cura

Un estudio afirma que el sabor picante de guindillas, pimientos y chiles favorece la disminución de lípidos corporales

Un estudio americano ha puesto de manifiesto que la capsaicina, responsable del sabor picante de pimientos, guindillas y chiles, es capaz de reducir los niveles de adipocitos y frenar la hiperlipidemia. Como resultado, las ventas de este producto como suplemento dietético en tiendas de régimen alcanzan actualmente cotas insospechadas a un lado y otro del Atlántico

JORDI MONTANER
17 de junio de 2007

Según Euromonitor International, empresa reconocida mundialmente por sus estudios de mercado, las ventas de suplementos de capsaicina en Europa han generado en los últimos doce meses un volumen de negocio de casi 900 millones de euros, tres veces menos que en Estados Unidos.

A las conocidas propiedades antiinflamatorias y analgésicas de esta sustancia natural, presente en los pimientos picantes, se suma ahora la virtud de disminuir los lípidos corporales. Gow-Chin Yen y Chin-Lin Hsu, de la Universidad Nacional Chung Hsing de Taiwán, escriben en un artículo publicado en la revista científica Journal of Agricultural and Food Chemistry que la capsaicina no sólo inhibe la proliferación de preadipocitos 3T3-L1 (células grasas immaduras) en modelos animales de investigación, sino que estimula su muerte celular programada (apoptosis).

Puestos a subrayar la trascendencia de este hallazgo, los investigadores taiwaneses recuerdan que una de las vías más eficaces para prevenir la obesidad es evitar que los preadipocitos alcancen el desarrollo a células adultas. Según ambos científicos, «la capsaicina evita este paso biológico de mortíferas consecuencias fisiopatológicas».

Menos grasa

La OMS estima que hay más de 300 millones de personas obesas en todo el mundo. En Estados Unidos, una cuarta parte de la población se ajusta al patrón universal de obesidad, y Europa se aproxima a esta tendencia.

La capsaicina inhibe el crecimiento de los preadipocitos 3T3-L1, células grasas aún immaduras
Para llevar a cabo sus estudios, Yen y Hsu bañaron un cultivo in vitro de preadipocitos 3T3-L1 de ratón en distintas soluciones que contenían de 0 a 250 micromoles de capsaicina, incubándolos por espacio de 24, 48 y 72 horas. Observaron que, en este tiempo, la capsaicina inhibía el crecimiento de estas células dependiendo proporcionalmente del tiempo y de la dosis empleada (a mayor dosis, más efecto).

Una vez finalizada esta primera fase, los científicos quisieron reproducir en un laboratorio el efecto, en los preadipocitos del cuerpo humano, de la concentración de capsaicina en el estómago propia de una dieta estándar con pimientos picantes (del tipo que se come normalmente en Tailandia o en la India). «Una ración normal de pimientos picantes añadida a la comida comportaría una infusión de 128 microgramos de capsaicina por quilogramo que, al mezclarse con el fluido gástrico estomacal de un individuo que pesara alrededor de 60 kg, quedaría en 8-25 micromoles».

En el ámbito de la biología molecular, los autores añaden, en su estudio, que la capsaicina inhibe particularmente la proteína de expresión PPAR-gamma, reguladora de la formación de adipocitos y de las reservas grasas del organismo.

La Capsaicina

La capsaicina es un alcaloide (aunque no todos los autores lo definen así) derivado del chile picante que Cristóbal Colón importó a España al regresar de su segundo viaje al nuevo mundo en 1494. Empleados desde entonces como condimento, no ha sido hasta tiempos recientes que la ciencia ha sacado a la luz, en los chiles picantes, una sustancia con capacidad para anestesiar los terminales nerviosos sensoriales locales. De esta manera, la capsaicina interrumpe la transmisión del estímulo doloroso y modula, a la baja, la expresión de enfermedades autoinmunes como artritis, psoriasis o enfermedad intestinal inflamatoria. Su fama de presunto alcaloide viene además marcada porque, en concentraciones adecuadas, favorece la producción de endorfinas en el cerebro, moléculas que promueven la sensación de bienestar.

El pimiento silvestre, origen de todas las actuales variedades picantes cultivadas, tiene su origen en Colombia. Guindillas, pimientos (rojos, verdes, picantes, morrones), ajís, chiles (con más de veinte variedades en Méjico), paprica, pimentón, cayena o tabasco son especias derivadas del género Capsicum y de la familia Solanaceae.

La intensidad de la capsaicina es tan marcada que, aún diluida cien mil veces, sigue siendo tan activa que puede producir ampollas en la lengua
El fruto suele ser, en todos los casos, una baya que encierra bastantes semillas. Dependiendo de la variedad, reciben la denominación de pimienta, guindilla, chile o ají, incorporándose con frecuencia a guisos, salsas y encurtidos. Las especias más picantes están presentes en los frutos maduros de las variedades del Capsicum frutescens. Sus bayas, de menor tamaño que los pimientos, poseen diversas formas según la variedad y diferentes tonalidades rojas tras su secado.

El nombre de capsaicina fue aplicado en 1876 a un compuesto incoloro aislado de la oleorresina (mezcla de resina y aceite esencial) del pimiento. Su principal característica es la intensidad. La capsaicina purificada (diluida cien mil veces) sigue siendo tan activa que aún es capaz de producir ampollas en la lengua, picor en la nariz y lagrimeo. Estimula las secreciones gástricas y, si se abusa de su empleo, puede causar úlceras y cáncer gástrico (tal y como demuestra un estudio llevado a cabo en Méjico). Se conoce, asimismo, que esta molécula es capaz de actuar sobre fibras no mielinizadas delgadas, activando a ciertas sub-poblaciones de neuronas sensoriales.

Fuente: www.consumer.es

Articulos relacionados

http://www.asesorianutricional.com.ar/metabolismo.htm

http://www.asesorianutricional.com.ar/nutrientes-desitoxicacion.htm

http://www.asesorianutricional.com.ar/energia-dieta.htm

http://www.asesorianutricional.com.ar/articulos-49.htm


lunes, 18 de junio de 2007

Aconsejan no tomar agua en exceso en la práctica deportiva

Puede causar una intoxicación en quienes realizan ejercicios de resistencia

Lunes 18 de junio de 2007 | Publicado en la Edición impresa La Nacion

WASHINGTON.- Muchas personas toman demasiada cantidad de agua y bebidas para deportistas mientras realizan ejercicio. Sin embargo, un equipo de investigadores especializados en trastornos del metabolismo del agua asegura que ese hábito podría poner a los maratonistas, triatlonistas o ciclistas en riesgo de sufrir una intoxicación potencialmente fatal.

Según los investigadores de la Universidad de Georgetown, Estados Unidos, ese trastorno -conocido como hiponatremia inducida por el ejercicio físico-, se puede prevenir si los deportistas respetan su propio "medidor" natural de la sed o realizan una prueba de sudoración para determinar qué cantidad de agua necesitan consumir para reemplazar los líquidos corporales perdidos durante el ejercicio.

"El aspecto trágico de las muertes por hiponatremia inducida por el ejercicio lo aporta el hecho de que se trata de jóvenes sanos que, de otra manera, podrían haber vivido normalmente muchos años más", dijo el doctor Joseph Verbalis, profesor y director interino del Departamento de Medicina y de la División de Endocrinología y Metabolismo del hospital de la Universidad de Georgetown.

Verbalis, responsable del equipo de investigadores que acaba de publicar nuevas recomendaciones sobre la hiponatremia en la revista Sports Medicine, indicó que el objetivo del equipo es comprender los fundamentos biológicos del trastorno y asegurar que ningún atleta vuelva a sufrir sus consecuencias.

"Los datos indican claramente que la causa de la hiponatremia inducida por el ejercicio es el consumo excesivo de líquidos durante la práctica deportiva de resistencia y que se puede prevenir si se limita ese consumo durante el ejercicio", señaló Verbalis. Sin embargo, el investigador destaca que "desafortunadamente, no vemos que la hiponatremia desaparezca".

Y agregó: "La impresión pública de la cantidad de agua necesaria para mantener una buena salud no deriva de datos ciertos. Muchos promovieron en nuestra sociedad la idea de que hay que tomar continuamente gran cantidad de líquidos, algo así como un cuarto litro de agua ocho veces por día. Pero la mayoría de las personas no necesita tanta cantidad".

Cuatro horas o más...

Según Verbalis, la hiponatremia inducida por el ejercicio afecta a los deportistas que realizan actividades de resistencia durante cuatro horas o más. "[Pero] la persona promedio que dedica una hora o más al ejercicio extenuante no estará en riesgo de sufrir hiponatremia."

El investigador explicó también que las bebidas para deportistas, que contienen sodio, potasio y carbohidratos, son básicamente agua con algunos aditivos.

"Existe una falsa idea entre los deportistas de que el consumo de bebidas para deportistas en lugar de agua los protegerá de la hiponatremia. Eso es simplemente falso -afirmó-. Tomar demasiado líquido, cualquiera que sea, coloca a algunos organismos en riesgo de alcanzar niveles hiponatrémicos potencialmente peligrosos."

Esto ocurre cuando el deportista consume más líquido del que pueden eliminar sus riñones. La hormona que determina cuánto líquido pueden excretar los riñones es la vasopresina arginina, cuya liberación ocurre en la glándula pituitaria cuando una persona comienza a deshidratarse. Esto fuerza a los riñones a conservar agua.

Durante el descanso, el nivel de vasopresina arginina es bajo y puede llegar a cero cuando se ingiere la cantidad de agua necesaria, de modo que los riñones puedan eliminar el líquido excesivo en lugar de retenerlo.

Pero los niveles de la vasopresina arginina pueden subir en las personas que hacen actividad física extenuante durante muchas horas seguidas, aun cuando no estén deshidratados. "Un riñón puede eliminar normalmente hasta un litro de líquido por hora con la vasopresina arginina en nivel cero, pero durante el ejercicio, la hormona les indica a los riñones que pueden eliminar una cantidad de líquido mucho menor que la cantidad máxima que pueden eliminar durante el descanso", finalizó Verbalis.


Articulos relacionados:

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http://www.asesorianutricional.com.ar/H2O%96Agua.htm

domingo, 17 de junio de 2007

Las limitaciones del Indice de Masa Corporal

La interpretación del Índice de Masa Corporal debe ser orientativa, ya que sólo es válida en algunos casos
CRISTINA FERNÁNDEZ
9 de junio de 2007

IMC son las siglas correspondientes a Índice de Masa Corporal, también conocido como Índice de Quetelet. Este índice se utiliza desde el año 1871 y relaciona el peso con la talla de una persona. También indica el grado de sobrepeso.
La fórmula, que presenta algunas limitaciones. Es importante tener en cuenta que un especialista es quien debería interpretar el IMC, ya que el resultado no es siempre válido

Cálculo del IMC
Este índice se obtiene dividiendo el peso en kilos entre la altura en metros elevada al cuadrado:
IMC= Peso en kg / talla en metros x talla en metros
El resultado obtenido de esta fórmula requiere la interpretación por parte de expertos. Diversas organizaciones establecen la suya propia. Por ejemplo, la interpretación que dicta la Organización Mundial de la Salud sobre el IMC es la siguiente:
IMC<18,5:bajo>40: Obesidad mórbida
Un valor superior a 24,9 indica sobrepeso y, si es de 30 o más, obesidad. Sirve también para clasificar los distintos grados de esta enfermedad, pero no se puede emplear de forma aislada para el diagnóstico. ¿Por qué? Se considera que existe exceso de peso cuando la cantidad de grasa del cuerpo es superior a lo deseable. Puesto que esta fórmula no considera la grasa, debe contrastarse con otras mediciones para valorar si, efectivamente, el paciente requiere o no perder peso, así como la cantidad total de kilos.
Un parámetro confuso de referencia
El IMC es uno de los métodos más empleados y cada vez más extendido para diagnosticar la obesidad por ser rápido, económico y muy accesible. Sin embargo, no es el método más eficaz, ya que no atiende otros aspectos de vital importancia. Por ejemplo, no contempla la complexión de la persona (delgada, media o fuerte), sus perímetros corporales (cintura o cadera) o el porcentaje de grasa ni su distribución en el organismo.
El IMC no atiende al posible exceso de grasa, marcador de sobrepeso u obesidad, por lo que éste debe acompañarse de otros análisis de composición corporal

El sobrepeso y la obesidad no se refieren a un exceso de peso, sino a un exceso de grasa, y esta fórmula no atiende a la cantidad de la misma. Es por este motivo que para realizar una valoración adecuada de la situación nutricional de la persona es preciso acompañar el resultado de al menos un análisis de la composición corporal y una medición de los perímetros corporales. La composición corporal se puede valorar con aparatos especiales (impedancias) o instrumentos adecuados, con los que se consigue estimar la cantidad de grasa corporal, la masa muscular y el agua total del organismo.
El IMC sí que tiene en cuenta las alteraciones de la morfología corporal. La talla es uno de los dos factores que contempla la fórmula, por lo que el índice está condicionado en caso de enanismo o retraso en el crecimiento. Sin embargo, la fórmula no permite valorar cual es la distribución de grasa corporal y, por tanto, no es posible analizar el riesgo cardiovascular del individuo, que es mayor en caso de que la grasa se localice a nivel abdominal.

Casos de posible confusión
Personas con una importante masa muscularLos deportistas de fuerza o las personas que se dedican al culturismo presentan una importante masa muscular y, por tanto, un peso elevado, ya que el músculo pesa mucho. Por lo tanto, al aplicar la fórmula el resultado es de sobrepeso u obesidad, con el consecuente falso diagnóstico. En realidad el IMC es más un indicador de corpulencia que de adiposidad o cantidad de grasa corporal.
Hombres y mujeresEn mujeres, el porcentaje medio de grasa corporal total es superior al de los hombres en relación con la talla. Esto hace que un hombre y una mujer de la misma altura y el mismo peso obtengan el mismo valor de IMC. Sin embargo, la cantidad de grasa difiere de un modo considerable.
AncianosLa edad de la persona también puede afectar a la interpretación de los resultados obtenidos. El paso de los años implica un incremento de la grasa corporal total, por lo que este método infravalora el grado de sobrepeso u obesidad

Fuente:http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/salud_y_alimentacion/enfermedad

Articulos relacionados:
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http://www.asesorianutricional.com.ar/energia-dieta.htm
http://www.asesorianutricional.com.ar/articulos-46.htm

sábado, 9 de junio de 2007

Alternativas a los edulcorantes

El consumo de edulcorantes suscita dudas sobre como los efectos que puede tener un consumo regular en la salud humana, lo que lleva a investigar alternativas naturales

5 de junio de 2007 |
MARTHA CATALINA RODRÍGUEZ MONTOYA
El consumo de edulcorantes, aditivos alimentarios empleados para endulzar el sabor de un buen número de alimentos, ha experimentado un notable auge en los últimos años. A ello ha contribuido el desarrollo de productos light, de los que se espera un equivalente nivel de dulzura pero con un aporte calórico muy inferior. Su consumo diario, sin embargo, ha suscitado alguna polémica. Por este motivo, y tras muchos años de investigación, el producto que se vislumbra como primera opción en el campo de los edulcorantes naturales es el conocido como estevia, una planta de origen sudamericano que está creando una enorme expectativa

Uno de los grupos de productos que más se han desarrollado en los últimos años son los llamados edulcorantes artificiales, aditivos alimentarios que persiguen imitar la capacidad de endulzar del azúcar sin aportar las calorías de éste. Sin embargo, el consumo cada vez más frecuente de este tipo de sustancias ha suscitado más de una polémica. Las principales son si su consumo regular puede afectar la salud humana, qué edulcorante es el más adecuado o cuál es la cantidad máxima que puede tomarse.

Para su uso en la industria alimentaria, los edulcorantes deben cumplir con determinados requisitos. Entre otros, deben ser absolutamente inocuos, su sabor dulce debe percibirse rápidamente y desaparecer también rápidamente, además de ser muy parecido al del azúcar común, sin regustos, y resistir las condiciones del alimento en el que se va a utilizar, así como los tratamientos a los que se vaya a someter.

Dada la mala imagen de los aditivos alimentarios, existe un convencimiento de que la obtención de ingredientes naturales que posean un efecto similar o superior a la sacarosa y sin aportar energía constituye uno de los principales objetivos en este sector. Después de muchos años de investigación, el producto que se vislumbra como primera opción es el conocido como estevia, una planta de origen sudamericano que está creando una enorme expectativa.

Clasificación de los edulcorantes

Las diferentes familias de edulcorantes se clasifican de acuerdo con su origen. Los principales grupos son los edulcorantes naturales, los nutritivos y no nutritivos o intensos. Los edulcorantes naturales son los que provienen del azúcar que se encuentra en los alimentos. Adicionan propiedades funcionales a los alimentos mediante sus efectos en las características sensoriales, físicas, microbianas y químicas. Todas ellas proveen al consumidor similar cantidad de energía excepto en aquellas personas que padecen anormalidades genéticas del metabolismo de los carbohidratos como galactosemia o intolerancia hereditaria a la fructosa. Pertenecen a este grupo, entre otros, la glucosa, la fructosa, la galactosa, la sacarosa, la lactosa, la maltosa y la miel.

Los edulcorantes no nutritivos o intensos, llamados también de alta intensidad, pueden ofrecer a los consumidores una manera de disfrutar el sabor de la dulzura con poca o ninguna ingesta de energía o respuesta glucémica. Los edulcorantes no nutritivos pueden contribuir al control del peso o de la glucosa en sangre, así como a la prevención de las caries dentales. La industria de la alimentación valora estos edulcorantes por muchos atributos. Entre ellos, cualidades sensoriales como un sabor dulce puro, la ausencia de sabor amargo o de olor, seguridad, compatibilidad con otros ingredientes alimentarios y estabilidad en diferentes entornos alimentarios.

La ingesta diaria admisible (IDA)

Se entiende como ingesta diaria aceptable (IDA) la cantidad de aditivo alimentario que puede consumirse en la dieta diariamente durante toda la vida sin riesgos para la salud. En definitiva, es el nivel de ingesta segura. Los edulcorantes químicos (sacarinas, ciclamato y aspartamo, como los tres principales que integran cientos de productos de consumo diario) tienen sus contraindicaciones perfectamente definidas. Por el momento, no existen datos suficientemente fiables que demuestren que la ingesta diaria de edulcorantes artificiales pueda ser perjudicial en cantidades moderadas. No obstante, el incremento de estos aditivos en determinados productos, especialmente bebidas refrescantes, y un consumo cada vez mayor, puede comprometer los niveles de ingesta diaria de modo que se excedan los límites recomendables. En estas condiciones, no son de descartar alteraciones imprevisibles.

El efecto a largo plazo del consumo diario de edulcorantes continúa siendo objeto de investigaciones médicas en todo el mundo desde hace, por lo menos, 25 años. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Food and Drug Administration norteamericana (FDA), fundamentándose en el resultado de diversas investigaciones, avalan los beneficios de los endulzantes artificiales no calóricos para determinados grupos de población. Concretamente, en diversos estudios señalan que su consumo no entraña riesgos en niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia, diabéticos y personas que deben controlar su peso o mantenerlo.

Caso excepcional y de precaución respecto al consumo de edulcorantes artificiales no calóricos es el de las personas que sufren la enfermedad denominada fenilcetonuria, patología de carácter autosómico que se caracteriza por la acumulación excesiva del aminoácido fenilalanina. La enfermedad puede ocasionar retraso mental por las dificultades en el metabolismo del aminoácido. El retraso mental puede prevenirse limitando la ingestión de fenilalanina desde el primer mes de vida. Es por esta razón que en los países desarrollados se efectúa la prueba neonatal para la fenilcetonuria.

Buena parte de los edulcorantes artificiales, en especial el aspartamo, presentan concentraciones de fenilalanina suficientemente pequeñas como para que, aún cuando se sea adicto a productos como las bebidas dietéticas, no se presente la acumulación del aminoácido y no se cause daño al consumidor fenilcetonúrico.

LA ESTEVIA, EDULCORANTE NATURAL

La stevia o estevia es un arbusto pequeño, perteneciente a la familia de los crisantemos y originario de la zona Norte de Paraguay y zonas adyacentes del Brasil. Las hojas han sido utilizadas durante siglos por los indios guaraníes para endulzar sus comidas y bebidas sin efectos nocivos para su salud, la llamaban kaá-heé, lo que en esa lengua significa hierba dulce. Aunque los conquistadores españoles tuvieron conocimiento de la estevia durante el siglo XVI, no fue sino hasta 1887 que el científico americano Anthony Bertoni la descubrió.

Las hojas tiernas tienen un agradable sabor a regaliz y se puede usar para reemplazar el azúcar refinado puesto que contienen glucósidos de sabor dulce que no son metabolizables y tampoco contienen calorías. El edulcorante (esteviósido) de este arbusto es entre 25 y 30 veces más dulce que el azúcar y el extracto unas 200 veces más. Las hojas secas de la estevia contienen un 42% aproximadamente de sustancias hidrosolubles, además contiene proteínas, fibra, hierro, fósforo, calcio, potasio, zinc y vitaminas A y C.

Actualmente la estevia se cultiva en varios países como Japón, China, Corea, Malasia, Rusia, Israel, América del Sur y México. En estos países se utiliza como edulcorante en todo tipo de alimentos y bebidas, especialmente porque no tiene los efectos secundarios de otros edulcorantes y, además, no se descompone.

En 1970, Japón aprobó el uso de la estevia en alimentos y bebidas en sustitución de los edulcorantes químico-artificiales (supone el 41% de los endulzantes consumidos) y en Extremo Oriente es muy utilizada como edulcorante, tanto en refrescos como en chicles y hasta para saltear las salsas. Son los japoneses quienes más han investigado clínicamente la estevia y su extracto, el esteviósido y aunque se ha demostrado que es inocuo, está prohibida su «publicidad y venta» en la Unión Europea argumentando dicha prohibición en el hecho de que no hay suficientes datos que garanticen la seguridad de su uso alimentario.

En EEUU, la FDA aprobó en septiembre de 1995 la estevia como endulzante, aunque con restricciones: sólo podría venderse en tiendas naturistas. Con esta medida se garantiza que no interfiera con los intereses de las industrias productoras de los otros edulcorantes no naturales. En el año 2002 el mercado de la stevia en EEUU experimentó un incremento de más del 400% y continúa actualmente con esta tendencia.

Muchos de los usos de la estevia son conocidos como edulcorante de mesa, en bebidas, en pastelería, en dulces, en confituras, en mermeladas, en yogures, en chicles, entre otros. También se conocen sus propiedades medicinales destacándose su acción antidiabética ya que regula los niveles de glucosa en sangre. Otros estudios muestran que es una planta antibacteriana bucal, digestiva, diurética, vasolidatadora, con efectos beneficiosos en la absorción de la grasa y la presión arterial.

Todos estos datos hacen considerar a esta planta como una de las de mayor potencial en el futuro. Primero porque puede ser de ayuda en problemas nutricionales, pero fundamentalmente porque puede implicar una reducción del consumo de aditivos y de sustancias químicas de síntesis, con una acción antimicrobiana añadida que habrá que precisar en el futuro.


Bibliografía
  • Chan P, Tomlinson B, Chen YJ, et al. A double-blind placebo-controlled study of the effectiveness and tolerability of oral stevioside in human hypertension. Br J Clin Pharmacol . 2000;50:215 - 220.
  • Chan P, Tomlinson B, Chen YJ, et al. A double-blind placebo-controlled study of the effectiveness and tolerability of oral stevioside in human hypertension. Br J Clin Pharmacol . 2000;50:215 - 220.
  • Chan P, Tomlinson B, Chen YJ, et al. A double-blind placebo-controlled study of the effectiveness and tolerability of oral stevioside in human hypertension. Br J Clin Pharmacol . 2000;50:215 - 220.

fuente original: http://www.consumaseguridad.com/web/es/investigacion/2007/06/05/27823.php

NOTAS RELACIONADAS:

http://www.asesorianutricional.com.ar/articulos-40.htm

http://www.asesorianutricional.com.ar/prevencion.htm#9


jueves, 7 de junio de 2007

Cómo enseñar a los chicos a comer sano

Comer variado, no desistir ante la negativa a aceptar un nuevo alimento y respetar los signos de saciedad son elementos clave


Hoy, en la Argentina, no es la falta de comida la principal amenaza para el desarrollo de los chicos. Muy por el contrario, el gran peligro es la sobreoferta de alimentos baratos pero de mala calidad, que se publicitan en todos lados, las 24 horas. Así es como las estadísticas oficiales muestran que por cada argentino menor de 6 años con desnutrición aguda hay otros nueve con obesidad.


"En la edad escolar, el porcentaje de niños con exceso de peso supera el 20% y casi tres de cada diez niños ingieren muchas más calorías de las que requieren diariamente", dijo a LA NACION el doctor Sergio Britos, director asociado del Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (Cesni).

En ese contexto, enseñar a nuestros hijos a comer sanamente es la mejor forma de dotarlos de herramientas que les permitan realizar elecciones adecuadas sobre su alimentación. Pero ¿por dónde empezar?

"La panza de la mujer embarazada es la primera escuela que tiene el chico", respondió Britos, que comentó que dentro del útero el bebe percibe los sabores de lo que come su madre. De lo que se trata no es sólo de llevar una alimentación saludable y variada durante el embarazo, sino de ir tomando conciencia de que los chicos forman sus hábitos alimentarios durante los primeros tres años de vida.

Así, luego de transcurridos los primeros 6 meses de lactancia materna exclusiva, comienza el desafío de comenzar el camino que llevará a la introducción de los pequeños a la mesa familiar. "Es importante incluir en su dieta diaria alimentos de todos los tipos, colores, sabores y preparaciones culinarias", dijo Britos.

"La introducción de los alimentos nuevos debe de hacerse de a uno, y no mezclándolos con otros ya conocidos, para que el chico pueda distinguirlos -aconsejó la licenciada Cristina Banzas, nutricionista del Grupo Educador en Salud y Alimentación (GESA)-. Y no hay que pasar todo por la licuadora, para que el chico vaya conociendo nuevas texturas y diferentes consistencias."

¿Y si rechaza el nuevo alimento? "Si lo rechaza, se vuelve a probar al día siguiente, y si al tercer o cuarto día lo sigue rechazando, se suspende y al tiempo se vuelve a intentar -respondió Banzas-. Es importante insistir, no a la fuerza ni tampoco tratando de distraerlo para que abra la boca..."

"Hay que tener siempre presente que el rechazo a los alimentos nuevos es una conducta innata de los bebes -agregó Britos-. Por eso, su introducción debe ser objeto de repetidos intentos, lo que implica mucha paciencia por parte de los adultos, para evitar enojarse y dejar de insistir."

Responsabilidad compartida

En cuanto a la alimentación de los chicos, la doctora Mónica Katz, directora del posgrado en nutrición de la Universidad Favaloro, opinó: "Es importante introducir el concepto de responsabilidad compartida: los adultos deciden cuándo y qué se come, y los chicos, cuánto".

"Cuándo comer es parte de la socialización del chico -dijo Katz, refiriéndose a la estructuración de los hábitos alimentarios en desayuno, almuerzo, merienda y cena-, qué comer también debe ser responsabilidad de los adultos que deben dar una oferta de alimentos saludables a través de aquello que colocan en la heladera y en la alacena.

" Pero cuánto comer, completó Katz, es algo que debe decidir el chico, en función de cuánta hambre tiene. "Por eso es fundamental que los padres aprendan a respetar las señales de saciedad que da primero el bebe y luego el chico. Habitualmente, creemos que debe comer una cantidad que suele ser más del doble de lo que en realidad debe comer."

"En un bebe que ya ha cumplido los 6 meses, por ejemplo, la cantidad de comida adecuada es de una cuchara sopera, no más -ilustró Banzas-. Si uno insiste en que coma más o que se termine el plato, aun cuando le haya hecho un bife para él sólo, lo único que se logra es que vaya perdiendo la sensación de saciedad natural y que se le vaya dilatando el estómago.

" Más tarde, ya en la edad escolar, "el chico comienza a afianzar su personalidad y a elegir lo que le gusta comer, y empieza a rechazar alimentos que hasta ese entonces aceptaba. Pero si se han implantado buenos hábitos y en la casa se come en forma saludable, esa etapa pasará y es muy probable que vuelva a comer en forma variada. Los hábitos aprendidos temprano en la vida no suelen perderse".

Por Sebastián A. Ríos De la Redacción de LA NACION

Para tener en cuenta
Hasta los 6 meses de vida se aconseja que los bebes sean alimentados exclusivamente con leche materna. A partir de entonces, los alimentos deben ser introducidos de a uno.
Los alimentos deben ser cortados en pedazos muy pequeños, para que el pequeño pueda reconocer diferentes texturas y consistencias. Asimismo, se aconseja no mezclarlos; en todo caso, ofrecerlos separados en un mismo plato.
El rechazo ante un alimento nuevo es un reflejo innato en todo bebe. Por ello, para introducir un nuevo alimento es fundamental insistir una y otra vez.
Hay que aprender a percibir (y luego respetar) los signos de saciedad del bebe, y no seguir tratando de que coma cuando ya no tiene hambre, ya que de lo contrario el pequeño pierde conciencia de su propia sensación de saciedad.
Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/914105


Notas relacionadas

http://www.asesorianutricional.com.ar/nutricion-5.htm
http://www.asesorianutricional.com.ar/recetas-viandas.htm

sábado, 2 de junio de 2007

Maices Andinos

La Asociación de productores de Maíces Andinos Argentinos se encuentra localizada en el Distrito San José, Departamento Santa María, a 400 Km. aproximadamente de la Ciudad Capital de la Provincia de Catamarca. Dicho Distrito se encuentra a una distancia de 10 Km de la ciudad de Santa María, sobre Ruta Nacional N° 40 y presenta los servicios y vías de comunicación necesarias.

La Asociación de productores, produce los maíces andinos, en pequeña escala, donde cada socio productor produce desde 0,25 a 1 hectárea por año, pero con un gran potencial de expansión ya que la zona cuenta con más de 150 productores de estas características que podrían sumarse a la iniciativa en caso de crecimiento del mercado.


El cultivo pertenece a la especie Zea mays y todas las variedades utilizadas en la producción son originarias de las región. Estos maíces aborígenes corresponden a razas andinas, cultivadas por la población indígena originaria procurando generar un atractivo cultural que permita a los consumidores interpretar el producto a partir de su historia, y saber que no sólo están adquiriendo un alimento de óptima calidad sino que también colaboran con el desarrollo social del territorio y la preservación de la cultura local y la biodiversidad